miércoles, 5 de marzo de 2008

¿Aquí?

Noche de verano, a unas cuadras de mi casa, todo oscuro, y la misma oscuridad nos sirve de cobija.
Nos empezamos a besar caminando por la calle, y nos sentamos, a platicar, y a disfrutar de la falta de presión por regresar a casa.
Ahí empezamos nuestras caricias, con tu blusa azul marino y mis manos traviesas, con tus ojos bellos y mis pláticas absurdas, comenzamos nuestras aventuras de exploración. Ahí, en la calle transitada te sugerí caminar.
Pasando por un segmento sin iluminar, debajo de un árbol que nos ofrecía su cobertura me detuve, y te propuso una aventura..........en ningún momento dijiste que no......
Nunca habías sido muy aventurada, y el que ahora me digas que soy tu objeto, que me cobras cualquier cosa con pagos de pasión, me da gusto, me da risa. Entonces nunca habías dado sexo con la boca en un lugar público...........pero para todo hay una primera vez.
Que nos van a ver, que si sale la señora de la casa, que si mil cosas, me diste muchas excusas para admitir que era peligrosa la idea, que no querías que nos vieran, pero nunca dijiste que no.........
Al fin accediste, y por primera vez en mi vida estuve en tu boca, y sentí el calor de tus caricias. En la calle, debajo de un gran árbol, la primera vez de muchas. La primera, y tantas que nos faltan.
Te quiero.

2 comentarios:

juLia dijo...

"Nunca dijiste que no..." ¡jejeje!


No, aún en la calle, sabiendo que en cualquier momento alguien podría vernos, nunca dije que no porque no quería decirlo entonces y no quiero decirlo ahora... Porque eran más fuertes mis ganas de estar ahí, contigo, las mismas ganas que continúan presentes, que cada poro de mi piel sigue buscando...

Te quiero.

SALOMÓN BORRASCA dijo...

BOLETÍN DE PRENSA No. 01

Antes de creada la Internet la propiedad intelectual era rigorosamente respetada por editoriales, disqueras y demás empresas que dependían del talento artístico. Aparecida la web, sus propietarios se convirtieron en las únicas personas con licencia para violar todas las normas de propiedad intelectual. Muchas editoriales quebraron al igual que sus autores, pues tan pronto salían los libros al mercado su contenido aparecía publicado en blogs con editores desconocidos, esto desde luego con total complicidad de Google, que entre otras cosas estimula a crearlos. Google es el mayor pulpo de la piratería, y ha llegado la hora de que escritores, poetas y editores de libros tomemos cartas en el asunto. Google no se puede escudar en el pluralismo de la web para violentar descaradamente la propiedad intelectual. Se debe legislar al respecto, alguien los tiene que poner en cintura, pues Google se está convirtiendo en una amenaza para el talento artístico. Anuncio la creación de un sindicato de escritores de blogs, pues nuestro trabajo merece respeto. En el caso particular he visto como muchas de mis historias eróticas aparecen en diferentes blogs con títulos diferentes y omitiendo mi nombre como autor.
SALOMÓN BORRASCA