Quiero dormir contigo deseando que las noches sean eternas, después de haber hecho el amor hasta el cansancio... Como aquellas, nuestras noches.
Quiero dormir contigo para besarte, abrazarte, llenarte de caricias y no querer separarme de ahí, tan cerca de ti… Y quiero dormir contigo para sentir tu aliento junto al mío, respirar el aire que respiras, despertar a tu lado, sentir cada palpitar de tu corazón, y escuchar una vez más esos ruiditos tuyos que tanto me gustan, que tanto extraño…
Quiero sentir nuevamente tu calor, tu fuerza y tu pasión, compartir el espacio que llenas y llenar mi espacio con el tuyo…
Y dormir contigo, tan cerquita, pegada a tu espalda, empapándome del calor que emana de tu cuerpo, sentir tu respiración suave y pausada.
Y es que… dormir contigo es un momento mágico... maravilloso... el único en el que no hay más que Tú y Yo y el contacto exclusivo de nuestra piel como una sola...
Dormir contigo, intentando vencer mi propio sueño para poder observar el tuyo tan dulce, tan tranquilo y perderme en cada línea de tu rostro placidamente dormido…