jueves, 28 de febrero de 2008



Después de tanto y tanto, he descubierto
el pánico que me causa perder el control de mi cuerpo, de mis impulsos, de la realidad...

Y descubrí también, que hay un hombre al que le puedo confiar el pulso. Que estando - aún - en la distancia, puede quitarme el miedo.




viernes, 15 de febrero de 2008

Que rica piel tienes

Te quito la ropa, y disfruto de la suavidad que vive en tu cuerpo. El tocarte es mi pasatiempo favorito, y quiero hacerlo de cuantas maneras distintas me sea posible.
Mordisqueando tu pezón me doy cuenta que te encanta que duela, un poco tan solo, pero que duela tener mis dientes en tu pecho. Soy complaciente, te quiero dar placer, así que muerdo, y lamo, y beso, y chupo...................Tus reacciones me lo dicen todo: Vamos bien.
Con ternura recuerdo la primera vez que te iba a quitar la pantaleta. No querías que te viera, te daba pena, querías que apagara la luz y ahí, en éso sí que no te fuí complaciente. Quería verte, entre tus piernas, tu sexo, iba a ser mío así que tenía que presentarme formalmente, con todo lo que tenía planeado y tanto tiempo que deaba pasar en tu entrepierna.........¿y con la luz apagada?........... ahí sí que no.
Te convencí, te dije que todo iba a estar bien, que nunca tienes por qué dudar que te voy a tratar bien, y con esa actitud me acomodé para besarte ahí, lamerte ahí, saborearte ahí. No importa que estabas nerviosa, me propuse quitarte ese nerviosismo, que jamás dudaras darme acceso a tus exquisitos labios.
Y desde ese día, ha sido así. Gracias por dejarme darte tanto placer, gracias por dejarme embriagar en tu aroma, en tu sabor, en tu placer.

lunes, 4 de febrero de 2008

Las sonrisas se generan de los mejores momentos que la mente registra; las mías son automáticas,

cierro mis ojos y aun puedo ver tus gestos, respirar tu aliento, disfrutar tu sabor y sentir el roce de tu lengua explorando cada centímetro de mi piel... Mi cuerpo tembloroso buscando el calor del tuyo, la mezcla de ese sudor que sabe a miel... Y mis noches fueron tus noches y mis risas fueron tus risas, provocadas por la pasión que nos unía bajo las sábanas.

Y fue un beso, sólo un beso, el que encendió la llama. De esos besos que no se olvida nunca: llenos de sentimiento, de esos que vienen del alma. Sentí tus labios tiernos, tibios. Tu lengua conectándose suavemente con la mía... Nuestros ojos cerrados, nuestra piel erizándose. Acaricié tu rostro aún con mis labios fundidos en los tuyos. Te besé como me gusta... Despacio, tiernamente, pero con pasión desbordante. Sentí tu mano en mi nuca... Mientras nuestras lenguas seguían degustando el amor.

Y desde entonces, cuando me invade el deseo, pienso en ti, y me imagino lo que estaríamos haciendo en ese momento... No tienes ni la más remota idea de todo lo que me imagino contigo y entonces el deseo crece más y más en mi interior... Porque, ¿Sabes? En este momento recorrería el mundo entero por estar en tu cama... O por tenerte en la mía.

Compartiendo besos, compartiendo caricias....

...Después de tanto tiempo, por fin te tuve entre mis manos, te agarré, te besé, y ya me andaba por quitarte la ropa, por hacerte mía.
Dejé las inhibiciones en el piso, junto con tus zapatos y el brassiere.
Te quiero, así que te mordí, te deseo, así que te besé.
Y ya por fin, pude estar en tu boca, detrás de esos labios deliciosos que juegan con con saliva y verga.
Pasaron meses antes de poder estar contigo, estaciones del año fueron y vinieron antes de poder besar tu cuello y lamer tus rosados pezones.
Me moría de ganas de poseerte, de estar adentro de tí, en tu deliciosa humedad, chingado, te quería coger como sé que te hacía falta, que te hace falta aún.
Y me vine en tu boca.
Y te encantó mi sabor.
Qué bueno, que tu sabor me embriaga, y me deleité con el, con tu exquisito aroma, y esos jugos que emanaban de la hermosa vagina que te daba pena enseñarme.
Me negué a apagar la luz. Te quería ver toda. Me aseguré que no te arrepintieras.
Te quiero aún.
Te deseo aún.
Y estaré adentro de tí nuevamente........